Ya hemos abordado las problemáticas
juveniles, con obras de teatro, presentaciones artísticas, jornadas ambientales
y muchas otras ideas. En
lo que va del mes de junio las distintas expresiones juveniles con las que
trabajamos no se han dado por vencidas.
Unos
lo llaman alma o espíritu. Otros simplemente lo nombran destino, potencial,
capacidad de soñar, entre otras formas. Sea lo que sea, es un sentimiento que
se teje entre jóvenes, tienen propósitos claros y van más allá de las buenas
intenciones.
Si
vos o tu grupo tienen metas concretas les animamos a lograrlas, de sus procesos
aprendemos todas y todos.
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